Uno de los festivales más ansiados cerró en grande
El pasado 17 de marzo, vivimos el cierre de uno de los festivales más importantes de Ciudad de México, el Vive Latino, en el que la música y las artes se combinan para impulsar la cultura iberoamericana. Esta es nuestra crónica.
Domingo por la tarde, el sol era agresivo, el calor podía sentirse en cada poro del cuerpo, pero eso no evitó que desde temprano pudiéramos experimentar la energía y el poder del rock a cargo de Las Ultrasónicas, quienes demostraron que las mujeres somos el verdadero punk.
Luego de ellas y en el mismo escenario, llegó Ysy A para demostrar lo ecléctico de su proyecto musical. Mientras, Dannylux se presentaba en el escenario Amazon, en el que sus seguidores se reunieron para comenzar la fiesta.
A unos pasos, Florian se presentaba en la Carpa Intolerante y rememoraba junto a sus fans su primer Vive Latino y las canciones que componía en aquel entonces, para luego interpretarlas junto con el coro que formó la audiencia.
Este escenario estaba dividido en dos, lo que permitía que las presentaciones se realizaran con mayor eficacia; fue entonces que al terminar el show del cantautor argentino, Peces Raros comenzó su participación, misma que ya esperaban los fanáticos entre gritos, máscaras y aplausos. La combinación de ritmos electrónicos con rock, que de repente dejaban un sabor casi a post-punk y new wave, hizo que todas y todos bailáramos junto con su música.
Mientras el rock se hacía presente en los escenarios del Vive, la recién incorporada carpa Casacomedy recibía a uno de los standuperos más populares de los últimos tiempos, Ojitos de huevo, quien no sólo hizo reír al público con su “comedia incluyente” sino que también los puso a cantar, pues interpretó un par de temas en acústico, sin dejar atrás su sentido del humor, por supuesto.
La energía de las mujeres se hizo presente nuevamente con el show de The Warning, una de las bandas favoritas del público, quien se sorprendió gratamente al escuchar las noticias de sus próximas presentaciones.
Mientras, la legendaria banda Los Lobos, nos recordaba el poder de la mezcla y lo arcaico de las fronteras con su rock chicano que puso a bailar a gente de todas las edades e identidades.
Hombres G, una de las cabezas del festival y grupo consagrado de la música en español, ponía a toda la audiencia a bailar y a cantar con temas clásicos como “Marta tiene un marcapasos”, “Te quiero” o “Sufre mamón”.
El plato fuerte ya estaba sirviéndose, pues las presentaciones de Silvana Estrada, José Madero y Babasónicos se acercaban. Silvana, por su parte, se conmovió hasta las lágrimas con un público que coreaba su nombre; José Madero conectó con sus miles de fans en un show que emocionó hasta a los más escépticos, con canciones de su ex banda, como “Los malaventurados no lloran” o “Narcisista por excelencia”.
Babasónicos, de vuelta en el escenario principal, demostró una vez más por qué son una de las bandas más queridas en México y cómo ha evolucionado su proyecto musical a través de los años, en el que el cinismo es una de las premisas constantes.
Una de las atracciones principales de este año en el Vive fue la cantidad de escenarios y de actos que se presentarían, por lo que hubo de todo para todos los públicos; bandas e intérpretes tan distintos unos de otros como Future Islands, Sabino, Kevin Kaarl, Poolside, Junior H, James y hasta Maná, quienes demostraron que, a pesar de todo, son capaces de poner a cantar a quien sea.
El final de la jornada se acercaba y uno de los actos más esperados comenzó en el escenario principal: Kings of Leon llegó con sus líneas de bajo nítidas y contundentes para recordarnos con temas como “On Call” o “Sex on Fire” lo mucho que los extrañábamos y lo mucho que desearíamos verlos en un show en solitario.
La noche se hacía madrugada al mismo tiempo que el Instituto Mexicano del Sonido ponía a bailar a todo el público, C-Kan tiraba rimas y La Castañeda celebraba sus primeros 35 años junto a sus fans.
Así, con la luna sonriendo como una sandía, nos despedíamos del Vive Latino 2024, imaginando, con ansia y expectativa, cómo podrán sorprendernos el siguiente año (y esperando que las chelas bajen de precio). Sigue en las redes de Ídolos.