División Minúscula y su sismo en Ciudad de México

Fotos de Fabiola Neri

La banda mexicana demostró una vez más por qué el cariño de sus fans está intacto

El pasado domingo 1 de diciembre, la banda de Matamoros, División Minúscula, se presentó en el Auditorio Nacional ante un sold out contundente.

Con una puntualidad casi inglesa y luego de la presentación que Los románticos de Zacatecas ofrecieron como apertura del show, División salió al escenario para reunirse, una vez más, con esos fans que los han seguido desde sus inicios y con esas nuevas generaciones que han conectado con ellos a través de su música.

El setlist que la banda preparó para tal noche estuvo lleno de canciones que apelaron a la nostalgia, pero que también celebraron la evolución de la banda. Temas como “Veneno es antídoto (S.O.S)”, “Un beso al aire y un tiro al pecho” y “Cada martes” nos permitieron hacer el viaje hasta hace casi 20 años, cuando el álbum Defecto perfecto se estrenaba al mismo tiempo que la juventud de algunos de sus fans. “Humanos como tú”, “Beso a la medida”, “Frenesí”, “Control”, “Tan fuerte, tan frágil”, “Todo se detiene aquí” fueron otros de los temas que la banda interpretó junto con el coro que en cada butaca del Auditorio habitaba.

De principio a fin, el público estuvo de pie acompañando a los matamorenses que en ningún momento bajaron la energía de un show de más de dos horas. Javier Blake, vocalista de la agrupación, invitó a los asistentes a dejar sus problemas a la espera en la calle, en la banqueta, para concentrarse en el momento, en el instante que se estaba creando a través de la música. Agradeció también a los fans y amigos que han hecho de Ciudad de México su nueva casa y por el apoyo incondicional que han mostrado a la banda a lo largo de los años, para ellos dedicó el tema “Extrañando casa” de un ya lejano álbum debut titulado de la misma forma.

Luego de ello y de canciones como “Televidente”, “Laberintos” y “Astro (que el mundo espere)”, División comenzaba la recta final del concierto con algunos de los éxitos más importantes de su carrera: “Sognare”, “Las luces de esta ciudad” y “Sismo”, canciones que recordaron cómo se escuchan casi 10 mil personas compartiendo una misma frase.

La banda se despidió del escenario para preparar un encore que, aunque cambió el ritmo de la noche momentáneamente, no mermó en la emoción del público que se entregó en “Miss Terrorista”, “Me tomé una pastilla”, “Préstame tu piel”, “Cursi” y “Si este mundo acaba hoy”.

Ya para cerrar la noche, División comenzó a interpretar el tema “Voces”, sin embargo, tuvieron que detenerse porque parte de la luminaria estaba cayendo al escenario y casi golpea a Ricardo Pérez (guitarrista de la banda). Ante lo insólito de la situación, la banda tuvo que salir y, tras una breve pausa, reanudaron con el final del show, pues en palabras de Javier Blake, un concierto de División no podría terminar así.

La euforia y la nostalgia del público al salir del recinto era evidente, la mayor parte de los asistentes pertenecía a la generación a la que le tocó crecer con División, una banda que supo madurar y evolucionar, y que demuestra cada vez que pisa un escenario que la honestidad continúa ahí, que la emoción por hacer música con tus amigos y compañeros de vida es lo que dota de alma a lo que haces. La credibilidad siempre trascenderá y aunque pueda ser difícil de explicar, la sinceridad en el arte siempre será palpable.

Sigue en las redes de Ídolos.