Siddhartha y el reencuentro con Bacalar

El ex baterista de Zoé se presentó con un lleno total en uno de los recintos más grandes de Ciudad de México

FOTOS: @adeleport_wp / @santicovs
El pasado 9 de diciembre el guadalajarense Siddhartha se presentó en el Foro Sol de Ciudad de México, en el que fue uno de sus shows más grandes jamás ofrecido, pues se anunció el sold out de un recinto que alberga 65 mil personas

Siddhartha estaba al tanto del reto que implicaba una presentación así y el espectáculo que ofreció estuvo a la altura, incluso contó con más producción que algunos shows de artistas internacionales que se presentan en nuestro país, con dos escenarios, una pasarela y estructuras lumínicas que se ascendían y descendían en el escenario principal. 

Luego de una narración que contaba los inicios del cantante y de cómo a través del apoyo de su abuela había podido llegar hasta ese momento, las luces de colores dieron la bienvenida a los asistentes. El tema “Why you?” de su primer disco sonó en una versión acústica, para dar paso a “Ecos de miel” uno de sus éxitos más grandes. 

Los temas “Cada vez que vuelvas (Cap. 4)” y “Película (Cap.3)” de su álbum Memoria Futuro hicieron corear a un público en su mayoría joven, quien se entregaban en cada frase cantada. “Cámara”, “Buscándote (Cap.7)” y “80 días” fueron interpretadas por un Siddhartha feliz que agradecía a su público por estar ahí. 

Luego, “Infinitos” sonó para los 65 mil asistentes que, a pesar del frío, coreaban con toda su energía. “Nunca es nunca” y “Cardúmenes” antecedieron a la primera invitada de la noche, Ana Torroja, quien se dijo feliz por colaborar al fin con el guadalajarense; ambos interpretaron “Mapa”

Tras el agradecimiento a Torroja, comenzaron los primeros acordes de “Extraños”, tema que nos recuerda cuál es el precio de ser humanos y relacionarnos afectivamente con alguien. Al terminar, Siddhartha rememoró con su público que el siguiente tema no habría sido tocado, o no en su totalidad, desde hacía algún tiempo: “El chico”. Contaba que la letra de dicha canción había venido a él luego de la charla con un amigo quien le decía que el sonido del mundo estaba en la nota fa.

Mientras, el otro escenario estaba listo, uno que Siddhartha había pensado como importante, pues no podía dejar -literalmente atrás- a muchos de sus fans que no podía pagar los exagerados precios de las nuevas zonas platino y derivadas. 

El set en dicho escenario se acompañó de una orquesta, por lo que los temas “El poema y la caja”, “Me hace falta (Cap.2)”, “Algún día (Cap. 1)”, “Nada por hecho”, “Memoria futuro (Cap. 10)”, “A la distancia” (dedicado a su abuela) y “El aire” cobraron una nostalgia que conmovió a sus miles de fans. 

De vuelta en el escenario principal, Siddhartha junto con Emmanuel Horvilleur pusieron a bailar a todo el Foro Sol con “Acapulco” para luego dedicar el tema “Paraíso lunar” a su pareja e hijo. “Tarde” fue otro de los temas más coreados de la noche, mientras que en “Respiro (Cap.8)” la cantante Ximena Sariñana fue la siguiente invitada. 

Luego del éxito “Náufrago”, el cantautor interpretó “Bacalar” uno de los temas más bellos, que nos transportó a sus lagunas y cielos azules con “los ecos del viento”. Caloncho fue su siguiente invitado, con quien cantó “Loco”

Tras ello, comenzó la batería y la línea de bajo de “Ser parte”, el momento de la recapitulación y el de las revelaciones, de las frases y melodías dedicadas, de los labios diciendo los “te amo” evidentes a través de besos: “y al final, si todo va a cambiar, yo me guiaré por ti hasta la inmensidad”.

“Brújula” cerró el encanto de la primera parte del concierto para que, luego de aplausos insistentes, Siddhartha regresara al escenario para presentar como encore dos temas más: “00:00”, al que se unió un grupo de mariachis, y una de las canciones más esperadas y por las que seguramente muchos asistentes habían llegado a ese lugar, a ese momento: “Únicos”.

Con una evidente alegría, Siddhartha se despidió de su público, quienes felices tomaban fotografías, se abrazaban, se besaban, se enamoraban. Y así, sin más,  iban saliendo del recinto aquellas almas que respiraban el momento que los había hecho reencontrarse con las lagunas de Bacalar y Ser Parte de la inmensidad.